Historia de la Parroquia y Convento
BREVE HISTORIA DEL CONVENTO Y PARROQUIA
SAN AGUSTÍN
El convento de San Agustín de Concepción, así llamado hoy día, fue fundado en la ciudad de Penco el 4 de febrero de 1621, siendo Vicario Provincial el P. Pedro de la Torre.
Esta fundación fue posible realizarla gracia a la generosidad de Don Diego flores de León y Doña Melchora Molina, su esposa, abuelos de los Condes de Villa Palmo. Contribuyó en gran parte a esta fundación el celo y diligencia el P. Definidor de la Provincia Luis Crávez, quien gozaba de gran cariño por su Orden.
Esta primera fundación fue de corta duración. El 15 de maro de 1657 un horrendo terremoto redujo a escombros toda la construcción, quedando los religiosos sin un lugar donde albergarse. En vista de esto, el Ilustrísimo Sr. Don Francisco de Loyola y Vergara, primer agustino que llega a ocupar la silla episcopal en esta región, se empeñó en dar pronto comienzo a la construcción de un nuevo convento y una nueva iglesia, los que distaban solo tres cuadras de la plaza principal.
Más tarde, el 8 de julio de 1730, otro cataclismo, más terrible que el anterior, llenó de espanto y terror a las provincias más ricas y florecientes de Chile. En esta ocasión, nuevamente, los Agustinos perdieron todo lo que tenían.
Este mismo año los religiosos trataron de construir el convento y templo, el que pudo haber tenido larga duración, si u nuevo y más horroroso cataclismo no hubiera arrojado y para siempre a los habitantes de aquellas playas, de tantas venturas como gloriosos recuerdos.
Era, entonces, Prior del Convento el P. Antonio de Landaeta y lo acompañaban los Padres Ignacio de la Banda, José Calderón y Lorenzo Guerrero. Y como era casa de estudios había muchos otros religiosos, muy preparados en ciencias y en letras, en la predicación y en la enseñanza de la Filosofía y Teología.
Pues bien, habiendo perdido en realidad todo lo que tenían con el cataclismo en referencia a la ciudad de Penco y habiendo desaparecido, además, por completo la misma ciudad, los Agustinos decidieron buscar otro lugar, eligiendo para ello la actual manzana comprendida entre las calles Castellón, San Martín, Tucapel y Cochrane. En esta nueva fundación, que tuvo lugar el 31 de julio de 1786, se destacó sobremanera el P. Felipe de Oviedo, de quien dice el P. Francisco Grande en carta dirigida al Gobernador Don Ambrosio Benavides: «El Prior de Penco, que lo era el P.
Felipe de Oviedo, es varón religiosísimo y muy trabajador, de que haga testigos desde el Sr. obispo Maestro de Campo hasta el último individuo de Penco, pues él ha levantado la primera piedra aquel convento». Esto debe entenderse de la nueva Penco, es decir, la actual ciudad de Concepción, así llamada por hacer sido trasladada desde allí al lugar que hoy ocupa en el valle de la Mocha. Esto dice al respecto el P. Víctor Maturana en su Historia de los Agustinos en Chile.
En el espantoso terremoto del año 1885, se sufrió la ruina total de la iglesia y convento en el que se destruyó toda la ciudad. Junto a estas pérdidas, los Agustinos tuvieron que enfrentar la más angustiosa miseria por haber sido usurpados de todos sus bienes por el Gobierno. Más esto no desalentó a los religiosos. Muy pronto iniciaron su reconstrucción. Gran empeño y cuidado pusieron en ella los PP. Dámaso Antonio Ruíz, Domingo de Urigoytía y José del Carmen Ramos. No poco trabajó también el P. Celedonio Vásquez. Pero quien dio más vigor e impulso a la obra y
mereció verla terminada al cabo de algunos años, fue el P. Francisco de Paula Céspedes, cuyo talento y laboriosidad era proverbial en todos.
El 1 de noviembre de 1927 fue fundada la Parroquia de San Agustín, siendo obispo diocesano de Concepción Mons. Gilberto Fuenzalida Guzmán, y su primer párroco el P. Ángel Custodio Valenzuela Carreño, por entonces, Prior del Convento. El territorio parroquial abarca territorialmente un sector céntrico de la ciudad. Su territorio se extiende, de acuerdo al último decreto de modificación de límites (N°1790/62): al norte, “calle O’Higgins desde Colo-Colo, prolongada hasta la Av. Roosevelt y continuada por esta avenida, acera sur, hasta la calle Urrutia Manzano; Al oriente, la calle Urrutia Manzano, acera poniente, desde su conjunción con la Av. Roosevelt, prolongada imaginariamente hacia los cerros del sur, y continuada hasta tocar el camino de Nonguén en el alto de las Cruces”.
En el año 1939, el terremoto ocurrido el 24 de enero, a las 11:20 de la noche, destruyó gran parte de la ciudad de Concepción. Los Agustinos quedamos sin convento y sin templo.
Para que pudieran albergarse los religiosos de la comunidad mientras se construía la nueva residencia, la Provincia construyó de inmediato una casa de emergencia en donde vivieron hasta el año 1946, fecha en que se trasladaron al actual convento, construido por el arquitecto Don Jorge Velasco U. y el ingeniero constructor Luis Schmidt. La primera comunidad que residió en este convento estaba formada por los PP. Oliver Valenzuela Mardones, Jorge Correa Vargas y José Fuster Parra. Esta construcción se hizo con el producto de la venta de una franja de terreno de la misma manzana, por el lado de la calle San Martín.
La primera piedra del templo, llamado Santuario de la Virgen del Carmen, se puso el 8 de abril de 1945, pero los trabajos se iniciaron el 11 de febrero de 1949. Y desde esa fecha se trabajó ininterrumpidamente hasta la inauguración que fue el 9 de noviembre de 1958. En el año 1970 fue ampliado con arco más. Conviene dejar constancia que más de las dos terceras partes del templo, se construyó con el aporte de los fieles.
Horario de Misas e Intensiones
HORARIO DE MISAS EN
LA JURISDICCIÓN PARROQUIAL
- SEDE PARROQUIAL
Lunes a Sábado: 09:00 hrs, con rezo de Laudes y 19:00 hrs., con rezo de Vísperas.
Domingos: 09:00 – 10:30 – 12:00 y 19:00 hrs.
Hora Santa Vocacional: Todos los días viernes, 18:00 hrs., con exposición del Santísimo Sacramento terminada la Misa de 09:00 hrs.
- COMUNIDAD SANTA MÓNICA
(Agüita de la Perdiz)
Domingo: 10:30 hrs.
Hora Santa Vocacional: Todos los días jueves, 20:00 hrs.
- COMUNIDAD SAN JUAN DE SAHAGÚN
(Lo Pequén)
Domingo: 17:00 hrs.
- COMUNIDAD DE LA MEDALLA MILAGROSA
(Hospital Guillermo Grant Benavente)
Martes a Viernes: 07:30 hrs., con rezo de Laudes.
Sábado: 16:00 hrs., con rezo de Vísperas.
- COMUNIDAD HOSPITAL TRAUMATOLÓGICO
Miércoles: 16:00 hrs., con rezo de Vísperas
Nota: La Misa dominical de 10:30 hrs., correspondiente al primer y tercer domingo de cada mes, está a cargo de la Pastoral del Colegio, por lo que: la Bienvenida, Lecturas, Presentación de las Ofrendas y Recolección de las limosnas son responsabilidad de ellos.
INTENCIONES DE MISA DE LA FERIA
Lunes:
Por la unidad y la reconciliación de los matrimonios y familias en conflicto.
Martes:
Por los enfermos, encarcelados y por todos quienes más sufren.
Miércoles:
Por el bien de la patria y sus representantes: gobernantes, legisladores y jueces y por las intenciones de la Cofradía de Ntra. Sra. del Carmen.
Jueves:
Por el aumento de las vocaciones religiosas y sacerdotales, por la fidelidad y bienestar de los consagrados, diáconos, sacerdotes y obispos.
Viernes:
Por la paz en el mundo y los inmigrantes.
Sábado:
Por la unidad y reconciliación de todos los cristianos.
Domingo:
12:00 Por las intenciones de todos los feligreses de la Parroquia
(Pro populo).
Horario atención del Párroco
Horario de atención del Párroco
Martes: 16:30 – 18:00 hrs.
Miércoles: 16:30 – 18:00 hrs.
Jueves: 10:00 – 12:30 hrs.
Viernes: 10:00 – 12:30 hrs. / 16:30 – 18:00 hrs.
Sábado: 10:00 – 11:30 hrs.
Características territorio Parroquial
DATOS APROXIMADOS
A PARTIR DE LOS DATOS DEL CENSO DEL AÑO 2002
Carta Pastoral 2015 P. Yuliano Viveros O.S.A.
CARTA A LOS AGENTES PASTORALES DE LA PARROQUIA SAN AGUSTÍN CON OCASIÓN DEL INICIO DEL AÑO PASTORAL 2015
Mis queridos hermanos en el Señor:
¡¡¡Bienvenidos!!!
Han cesado ya los días de un merecido tiempo de descanso, con el que hemos podido reencontramos con nuestras familias y reponer nuestras fuerzas después de un intenso año de actividades. Es por esta razón que quiero darles la más cordial de las bienvenidas e invitarlos a comenzar con alegría y esperanza un nuevo año pastoral.
Desde el inicio de este año, quiero motivarlos a vivir con mayor intensidad los tiempos litúrgicos que nos ofrece la Iglesia, particularmente la Cuaresma, que ya hemos comenzado, a fin de que podamos entrar en nosotros mismos y encontrarnos con Dios desde el silencio, la oración y la reflexión de su Palabra; y con nuestro prójimo, desde las obras corporales de misericordia y la solidaridad, que no son otra cosa que trabajar por la justicia y la paz; para así hacer realidad en nuestra vida el deseo más íntimo de nuestro Padre: que seamos santos, como Él es santo. Que este tiempo litúrgico de la Cuaresma se convierta para nosotros en un retiro prolongado, en una suerte de ejercicios espirituales que nos lleven al desierto, para estar solas con Dios, descentrados de toda forma de distracción, a fin de que podamos preparar de mejor manera nuestro corazón para la celebración anual de la Pascua.
Mi deseo como padre y pastor de esta Comunidad Parroquial es que podamos vivir cada una de nuestras actividades con profunda fe y devoción, con verdadero sentido religioso, en miras a unirnos más íntimamente a Dios y a nuestros hermanos. En otras palabras, que podamos hacer vida lo que creemos, trabajando con empeño, ayudados por la gracia de Dios, para llevar adelante una forma coherente de vida cristiana, sin separar la fe de nuestros actos, sin desvincular la fe de nuestra propia vida.
Pongamos, pues, mis hermanos, la mano en el arado, pero sin mirar atrás, con la mirada siempre puesta en el Señor, que nos llama a caminar en santidad hacia la vida plena, dejando atrás cualquier conflicto o diferencia que haya habido durante el año pasado, y que todavía pueda estar haciendo ruido en el corazón. No le demos cabida a las tentaciones del demonio, pero sí a las inspiraciones del Santo Espíritu de Dios, que quiere darnos todo aquello que necesitamos para vivir como verdaderos discípulos misioneros en medio de nuestra realidad parroquial.
A modo de itinerario pastoral para este año, quiero proponerles los siguientes puntos a trabajar:
Que seamos una comunidad que:
- Se cuestione vocacionalmente y que ore por sus pastores (Promoción Vocacional y Año de la Vida Consagrada).
- Se deje afectar y responda creativamente a las distintas realidades de pobreza, presentes en nuestro territorio (Justicia y Paz).
- Profundice en el Evangelio de la vida y conozca el contenido de su fe (Formación permanente).
- Y comparta la alegría del Evangelio, mediante una Misión Parroquial, comunitariamente organizada y desarrollada (Misión territorial).
Pero para ello, debemos poner especial preocupación en las siguientes problemáticas sociales:
- El Aborto “terapéutico”.
- La Indiferencia religiosa y aletargamiento espiritual.
- Las Distintas formas de idolatría
Como vemos, este año hay mucho trabajo por realizar, pero mi deseo es que podamos hacerlo desde el sentido que cada una de las actividades tiene, al punto que lleguen a ser fiel reflejo de un necesario discernimiento comunitario, y no simplemente el cumplimiento de un programa más de acciones por realizar.
Les animo para que juntos vayamos dando forma al Reino de Dios en nuestros corazones, por medio de valores y actitudes concretas, con las que nuestro territorio parroquial, en el curso del presente año, se vaya acercando cada vez más al ideal agustiniano, de la Santidad personal y comunitaria.
Sin otro particular, les bendice en Cristo y San Agustín,
P. Yuliano E. Viveros A., O.S.A., párroco.